ZERO DARK THIRTY
- Maria Alejandra Castillo Sch
- 6 jul 2019
- 2 Min. de lectura

Película dirigida por Kathryn Bigelow, (ganadora del Oscar en 2008 con "The Hurt Locker”), cuenta cómo fue la cacería que terminó con la muerte del líder terrorista más buscado del mundo en 2011, despertó todo tipo de polémicas debido a su fuerte carga política y porque “sugiere” que la tortura fue lo que permitió dar con el paradero de Bin Laden.
La polémica aumentó cuando el congreso de Estados empezó a cuestionar a la CIA y al Pentágono porque le habrían dado a los realizadores acceso a material clasificado, ambos entes reconocieron que se vieron con los cineastas y les prestaron asesorías en la producción bajo procedimientos de rutina, “las agencias gubernamentales suelen dar asistencia con la investigación para el guión, algo habitual con los cineastas, pero sin compartir datos clasificados”, señaló un portavoz del Departamento de Defensa a BBC Mundo. Tanto la directora, Kathryn Bigelow y el guionista, Mark Boal, negaron haber recibido más información de la debida.
Su guión disparó una serie de investigaciones para saber si organismos gubernamentales estadounidenses filtraron información clasificada y, a la vez, alimentó el debate sobre la legitimidad de la tortura durante los interrogatorios de detenidos. Para algunos opositores del presidente Barack Obama, era sospechosa la coincidencia del estreno con la recta final de la campaña electoral, el presunto interés político de la Casa Blanca en el filme llevó a un congresista republicano a denunciar que desde el gobierno se estaría dando información clasificada de "alto nivel" a los cineastas. "Escribo esta carta para expresar mi preocupación ante la posibilidad de que hayan existido filtraciones de información clasificada (...) La directora Kathryn Bigelow recibió el más alto acceso a la misión clasificada más importante de la historia", afirmó King, legislador por Nueva York.
Boal, por su parte, negó haber recibido información privilegiada de la administración de Barack Obama y señaló que el contenido es producto de una exhaustiva investigación, la minuciosa labor periodística detrás de sus guiones es conocida en Hollywood.
Algunos críticos se preguntaron si la película era una apología a los métodos de tortura de los agentes de inteligencia estadounidense. La revista New York señaló que "bordea lo política y moralmente reprensible" por mostrar la eficacia de la tortura para obtener datos que terminan conduciendo hasta Bin Laden. En The Huffington Post se habló de una "reivindicación implícita" de estas prácticas, aunque la historia se limita a presentar hechos y no le dice al espectador qué debe sentir ante ellos.

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